Lapislázuli
Color: Azul
profundo con líneas doradas.
Procedencia: Afganistán,
Chile, Italia, Egipto, Rusia
Atributos: abre
el tercer ojo y equilibra el chacra de la garganta. Estimula la iluminación y
potencia el trabajo con los sueños y las capacidades psíquicas, facilitando el
viaje espiritual. Libera rápidamente el estrés, trayendo una profunda paz.
Es una piedra
protectora que contacta con los espíritus guardianes. Reconoce el ataque
psíquico, lo bloquea y devuelve la energía a su fuente. Enseña el poder de la
palabra hablada.
El lapislázuli te anima a hacerte cargo de tu vida. Revela
la verdad interna fomenta la autoconciencia y permite la autoexpresión sin
retener nada. Si la cólera reprimida está causando dificultades en la
garganta o en la comunicación, el
lapislázuli la elimina. Esta piedra aporta a la personalidad cualidades
duraderas de honestidad, compasión y rectitud.
Establece relaciones de amor y amistad, y ayuda a expresar
los sentimientos y emociones. Disuelve la tendencia al martirio, la crueldad y
el sufrimiento. Como elixir de gema, disuelve las ataduras emocionales.
Curación: alivia
el dolor, especialmente el de las migrañas. Permite superar la depresión y es benéfico
para los sistemas nerviosos y respiratorios, la garganta, la laringe y el
tiroides; también limpia los órganos, el tuétano de los huesos, la glándula
timo y el sistema inmune. Esta piedra ayuda a superar las pérdidas de audición,
purifica la sangre. Alivia el insomnio y el vértigo, y reduce la presión
sanguínea.
Posición: llévalo
puesto sobre la garganta. El lapislázuli debe ponerse encima del diafragma, en
cualquier lugar entre el esternón y la parte alta de la cabeza.
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