martes, 19 de enero de 2016

Las cualidades de las piedras, para nuestro beneficio.

Introducción a los cristales


Cuando estudiamos, aprendimos que el mundo inerte estaba compuesto por las piedras;  y  con el paso de los años  y del fluir de la intuición, nos podemos dar cuenta  que los cristales son seres vivos.  En muchos casos son seres que llevan miles o millones de años evolucionando y que tienen una sabiduría inmensa; son seres que tienen la generosidad y habilidad de poder ayudar a sanar tanto física como mentalmente.
También son de gran ayuda en el proceso de meditación, ya que aprovechamos las vibraciones las cuales nos regalan su armonía.
Trabajar con cristales, enfocados a la sanación, consiste en poner el cristal encima de una determinada zona del cuerpo y dejarlo allí unos minutos. La vibración curativa del cristal entrará en contacto con la zona desequilibrada y le dará lo necesario para que está sane y recupere su equilibrio natural.
Dedicar  y programar tus cristales te ayudara a trabajar más eficientemente. Es parte del ritual del trabajo con cristales. Como  las piedras son poderosas por derecho propio, hay que aproximarse a ellos con respeto. Existe un proceso que se denomina “días del Cristal”, en el que las personas limpian sus piedras y después meditan con ellos para sintonizarse más intensamente con su energía.
En muy importante  que te dediques a ellos,  una de las actividades de prioridad es la limpieza. Ya que ellos adsorben y trasmiten energía eficazmente. Una de sus funciones es la de limpiar y trasmutar las energías negativas. Si dejas que tus cristales hagan esto sin limpiarlos regularmente, la mayoría de ellos se saturan y no podrán realizar su trabajo aunque algunos no requieren limpieza.




¿Qué es un cristal?

El cristal es un sólido con una forma geométricamente regular  los cristales  se crearon cuando la tierra se formó, y han seguido evolucionando a medida que el planeta ha ido cambiando. Los cristales son el ADN de la tierra. Son almacenes en miniatura que contienen los registros del desarrollo de la tierra a lo largo de millones de años, y son los portadores de recuerdos indelebles de las poderosas fuerzas que la han conformado.
Debido a la composición química de los suelos donde  se crearon, más las radiaciones tanto terrenales como solares, cada cristal tiene una configuración específica  para una variedad de mineral, el cristal es definido por su estructura interna, una trama atómica ordenada y repetitiva especifica de su especie. Un espécimen del mismo tipo de cristal tendrá la misma estructura interna, que  se puede reconocer cuando se examina bajo el microscopio.
Esta trama geométrica particular del cristal es la que sirve para identificarlo, y significa que algunos cristales, como la argonita, tienen diversas formar y colores externos, por lo que a primera vista pensaríamos  que no puede tratarse del mismo cristal. Sin embargo, como la estructura interna es idéntica, se trata de mismo cristal. Lo crucial para clasificar los cristales, cuando el mismo cristal tiene colores diferentes, es porque su contenido mineral difiere ligeramente, dando lugar a los distintos colores.
La tierra en sus inicios era un nueve de gas que giraba, lo cual dio resultado un denso cuenco de polvo. Éste se contrajo para formar una bola fundida y muy caliente. Gradualmente, a lo largo de eones, una delgada capa de este material fundido, el magma, se fue enfriando y formo la corteza terrestre. La corteza terrestre tiene aproximadamente el mismo grosor relativo que la piel de  una manzana con respecto a la totalidad del fruto. Dentro de esa corteza el magma fundido, caliente y rico en minerales. Sigue hirviendo y burbujeando, y nuevos cristales se están formando.
Los cristales como el cuarzo, surgen de los gases y minerales incandescentes fundidos en el centro de la tierra. Cuando están muy calientes se elevan hacia la superficie impulsados por tensiones causadas por el movimiento de enormes placas tectónicas en la superficie terráquea. A medida que los gases penetran la corteza se encuentran con La roca sólida, se van enfriando y solidificando: un proceso  que puede tomar eones o puede ser rápido y vertiginoso.
 Si el proceso es lento el cristal crece en una burbuja de gas. Y los cristales resultantes pueden ser de mayor tamaño. Si el proceso es relativamente rápido, los cristales  mas pequeños y sustancias parecidas al cristal, como la obsidiana. Los cristales como aventurina se crean a altas temperaturas a partir el magma líquido. Otros como el topacio y la turmalina, se forman cuando los gases penetran las rocas próximas.
La calsita y otros cristales sedimentarios se forman por un proceso de erocion. Las rocas se rompen y el agua con mineral que gotea a través de ellas, o que es transportada por ríos, va depositando este material, formando nuevo cristales, o bien se cementan, estos cristales suelen estar distribuidos por capas sobre una base rocosa, y tienen a tener una textura mas suave.

Los cristales y la cultura occidental.


Las gemas solían ser una prerrogativa real y sacerdotal. Los sumos sacerdotes del judaísmo llevaban puesta una placa cobre el pecho llena de piedras preciosas. Era mucho más que un emblema para designar su función, pues trasferia poder a quien la usaba. Los hombres y las mujeres  lo han usado como joyas y talismanes de cristal desde la edad de piedra, que tenía una función protectora.
Algunas leyendas del Norte de España dicen que si queremos librarnos de nuestras preocupaciones, penas, miedos y enfermedades, sólo tenemos que recoger una piedra cualquiera que encontremos en nuestro camino y contarle todo lo negativo que tengamos en mente; después tenemos que dejar la piedra en otro lado del camino y nos garantizan que todo lo que la hemos contado se quedará con ella.
Los cristales en la actualidad tienen el mismo poder, podemos úsalo como joyería no solo por su atractivo externo, o simplemente tenerlos cerca de nosotros, puede potenciar nuestra energía (cornalina naranja), limpiar el especio que nos rodea (ámbar) o atraer la riqueza (citrino), potenciar tu confianza (hematites). También puedes seleccionar una piedra que fomente la abundancia (ojo de tigre) y la sanación (smithsonita), o que atraiga el amor (rodanita)






Curación con cristales


Los cristales han sido utilizados por millones de años para curar y dar equilibrio. Funcionan mediante resonancia y vibración. Puedes utilizarlos en tratamientos de dolencias comunes, y también son remedios eficaces como primera ayuda. Algunos cristales contienen minerales conocidos por sus propiedades terapéuticas. El cobre, por ejemplo, reduce la hinchazón y la inflamación. La malaquita tiene una alta concentración de cobre que ayuda con las articulaciones y músculos adoloridos.  Llevar un brazalete de malaquita permite al cuerpo absorber pequeñas cantidades de cobre exactamente del mismo modo que las absorbe cuando llevas un brazalete de cobre.
Existe la magnetita que con su carga positiva y negativa: seda el órgano hiperactivo y estimula el órgano perezoso. Hay cristales que curan con rapidez, aunque pueden provocar un choque curativo, mientras otros operan con mucha lentitud. Si quieres tratarte un dolor, puedes hacerlo con un cristal. El dolor puede ser producto de un exceso de energía, de un bloqueo o una debilidad. Un cristal fresco y calmante, como el lapizlazuli o el curazo rosa, sedara la energía, mientras que la cornalina la estimula y el cuarzo catedral será excelente para aliviar el dolor, cualquiera que sea la causa.
El lapislázuli aliviara rápidamente la migraña. Pero tienen que hacer un trabajo de investigación para lograr identificar  cual es el motivo de la migraña. Si está causado por el estrés, la amatista, el ambar o la turquesa situados sobre la ceja lo aliviaran. Pero si está relacionado con la alimentación, lo apropiado será una piedra que relaje el estomago, como la piedra luna o el citrino.

Los cristales curan en todos los niveles físico, emocional, mental y espiritual. Realinean las energías sutiles; los cristales funcionan por vibración



Cuidados y limpieza de cristales


Muchos cristales o piedras son frágiles, algunos pueden desvanecerse con el agua y otros pueden desintegrarse fácil mente. Las piedra redonda y pulidas son más duraderas; incontables horas dando vuelta en arena fina les otorga una superficie más dura. Puedes guardar las piedras rodadas, juntas en una bolsa, pero los demás cristales deberían ser guardados aparte.
Cuando no los estés usando, envuelve tus cristales  en seda o terciopelo. Esto impide que se rayen y les protege de adsorber emanaciones externas. Tienen que limpiar los cristales cuando los compras, después de haberlos llevado puestos y de haberlos usado para sanar.
 Hay pocos cristales que no necesitan limpieza. El citrino, la cianita y la azeztulina son auto limpiadores. El cuarzo claro y la cornalina limpian otros cristales y son especialmente útiles para las piedras delicadas.
Para cargar el cristal es apropiado esperar  a que llegue la fase de luna creciente o llena. Colócalo en un recipiente y ponlo en una ventana (por la parte de dentro de tu casa) durante 24 horas. Ten cuidado con los que no pueden recibir la luz directa del sol. Por la mañana a éstos tendrás que apartarlos de la luz directa, pero deja que se empapen de la energía solar de forma indirecta.
 
Usando un incienso normal o uno a base de salvia o cedro. Pasa el cristal varias veces a través del humo “visualizando” cómo se limpia y luego coloca tu cristal para ser cargado en un cuenco con piedras de hematites o cristal de cuarzo durante 24 horas.

El agua puede limpiar tu cristal. Limpia la energía negativa poniéndolo o en agua fría o en agua tibia. Remoja tu cristal en agua con pétalos de flores como la rosa, madreselva o azahar durante 24 horas.
Limpiar en agua salada, basta una cucharadita de sal marina en un recipiente de vidrio con agua fría o tibia. Coloca los cristales en el agua. Asegúrate de que los cristales están cubiertos de agua. Deja que se bañen en el agua durante 24 horas. Ésta es una maravillosa manera de rejuvenecer el poder de tus cristales. Se lava la energía negativa que ha absorbido y se recarga con la energía curativa positiva de nuevo.

No deben limpiarse en agua salada:  Alabastro,  Ámbar,  Calcita,  Ágata Carneola o Cornalina,  Cuarzo Citrino,  Esmeralda,  Hematite,  Labradorita (Espectrolita),  Lapislázuli,  Lepidolita,  Malaquita,  Moldavita,  Ópalo,  Pirita,  Turquesa,  Ulexita,  Ten cuidado con la Mica más blanda y las piedras cristalinas.

Pueden decolorarse con la luz del sol: Amatista,  Celestina,  Ópalo,  Turquesa,  El ámbar puede llegar a estallar.


Carga  tus cristales colocándolos bajo la luz de la luna llena durante un máximo de 24 horas (hasta un máximo de dos noches seguidas). Especialmente indicado para las piedras nocturnas: Cuarzo Rosa, Selenita, Piedra Luna
Carga tus cristales enterrándolos en la tierra o en una maceta. Tiempo estimado del proceso: 24 horas.
Las Drusas y Geodas pueden ser unos grandes cargadores y también pueden limpiar cualquier cristal con sólo colocar en la parte superior/interior durante 24 horas. 
Son especialmente indicadas las de Amatista y las de Cuarzo Hialino (transparente). Este método se puede usar con todo tipo de cristales.















Facilitadora
Martina Soto Concha -Artista Terapeuta Floral Reikista celular:+56981995622 o email: mandalasreikiyflores@gmail.com









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